martes, 4 de junio de 2013

Pedro Mir: Un centenario ante su tumba

Por Rafael García Romero

Cien años cumple el poeta Pedro Mir de nacido. Hace trece años que vinimos con él a su morada definitiva; y hoy, tres de junio de 2013, regresamos a conmemorar con él, a recordar, a pensar una y otra vez en este país donde nació y murió. El ministerio de Educación, a través de la dirección de Cultura, hizo una ofrenda floral ante su tumba. No hubo discursos. Leímos para él, le entregamos versos, todos los versos de su inmortal poema.
 Yo, en homenaje a este gran poeta y la fecha de su natalicio, leí este fragmento de “Hay un país en el mundo”.

Y éste es el resultado.
El día luminoso
regresando a través de los cristales
del azúcar, primero se encuentra al labrador.
En seguida al leñero y al picador
de caña
rodeado de sus hijos llenando la carreta.
Y al niño del guarapo y después al anciano sereno
con el reloj, que lo mira con su muerte secreta,
y a la joven temprana cosiéndose los párpados
en el saco cien mil y al rastro del salario
perdido entre las hojas del listero. Y al perfil
sudoroso de los cargadores envueltos en su capa
de músculos morenos. Y al albañil celeste
colocando en el cielo el último ladrillo
de la chimenea. Y al carpintero gris
clavando el ataúd para la urgente muerte,
cuando suena el silbato, blanco y definitivo,
que el reposo contiene.

 No estaba solo Pedro Mir. Yo no estaba solo leyendo ese fragmento del poema. Nos acompañaron poetas, escritores, hombres públicos, maestros y estudiantes. Mientras me alejaba de la tumba me acompañó una mansa lluvia; y yo pensaba, mientras llegaba al vehículo, alguien vendrá igual que yo, en silencio, dentro de cien años, a rendir honor a la tumba de este poeta.

Cementerio Cristo Redentor
3 de junio de 2013


viernes, 26 de abril de 2013

Bienvenidos a mi Blog


Este espacio, "Ruinas: La novela de una maestra", tiene el propósito de mostrar la trayectoria que tiene mi libro "Ruinas"; y como ya lo dice el título de este medio virtual, es "La novela de una maestra": Salomé Ureña, que nació en 1850 y murió a la edad de 47 años, muy joven, traicionada por una enfermedad que minó su cuerpo, poco a poco, y para la cual, en la época no había cura.

La maestra inició su carrera primero como poetisa. Un oficio que hizo público su talento y, sobre todo, dio a ella las primeras motivaciones para emprender su segundo oficio, y que la consagraría en la historia, dotándola de un espacio como pionera en la educación dominicana y que, a través del tiempo, se engrandece su valor y persona. 

La novela Ruinas se publicó por primera vez en 2005 y ya cuenta con dieciséis ediciones.¿La razón? El tema, el personaje que evolucionó de persona, dueña de una vida, con un matrimonio (el doctor Francisco Henríquez y Carvajal era su esposo, padre de Francisco, Pedro, Maximiliano y Camila) a personaje de ficción y protagonista de la obra; y sobre todo, por el oficio de ella, uno de los que permea en sus más sensibles localidades a la sociedad dominicana. O dicho en un lenguaje estadístico, de cada 10 hogares hay seis que alberga a una maestra en su seno.

Hay otras razones para extender esta bienvenida, pero prefiero que forme parte de su interés seguir las incidencias a través de todo el material que se incluirá en este blog de manera cotidiana.

Rafael García Romero

Cuando conocí a Rafael García Romero


El escritor Rafael García Romero
Por Santiago Estrella Veloz

A Rafael García Romero lo conocí en el año 2001, cuando ingresé a la Revista (A)hora como Editor Ecológico. Confieso que de inmediato admiré la sagacidad e inteligencia del escritor, que entonces se desempeñaba como Editor Literario de dicha publicación.
Si bien no hemos mantenido una amistad “de juntas y de tragos”, como diría un español amigo, sí puedo afirmar que la nuestra ha sido profunda, a tal punto que en una oportunidad le dije que sería mi albacea literario, lo que ratifico nuevamente, para que quede escrito.
He analizado su personalidad y me luce que es una persona buena, un poco reservada, pero que no vacila a la hora de enseñar u orientar a cualquier periodista novato que lo requiera. Porque Rafael García Romero es un verdadero Profesor de Literatura, con mayúsculas, aunque más certeramente sería decir que es un Educador, también con mayúsculas, porque en nuestro medio profesores hay muchos, pero educadores, pocos.
Es una coincidencia que estudiáramos, en diferentes épocas, en el Colegio Cristóbal Colón, con los queridos profesores Luis Encarnación Nolasco, un genio de las matemáticas, quien era el director; Félix Medina, Otilio Mercedes Sandoval, Leonel Fernández y  Mario Holguín, entre otros.  El profesor Encarnación Nolasco murió ahogado hace muchos años, por los lados de La Caleta, donde una ola al parecer lo arrastró hacia el Mar Caribe, mientras pescaba.
Mercedes Sandoval, por cierto, fue compañero de estudios en el liceo Juan Pablo Duarte de Héctor Valdez Albizu, Vincho Alcántara, César Pina Toribio, Alejandro y Juan Pablo González Pons, Leonte Brea, Ramón Mella "Mellita", Fidias Mejía, Enriquito de León, Giovanni Brito, Pedro Julio Santiago Canario y José del Castillo Pichardo, columnista del periódico Diario Libre. Valdez Albizu, con el correr del tiempo, llegaría a ser Gobernador del Banco Central y Pina Toribio Ministro de la Presidencia en el gobierno de Leonel Fernández.
En 1962, cuando el autor de este libro era apenas un “aprendiz de periodista”, dirigí el vocero del Colegio Cristóbal Colón, que llevaba el nombre de El Descubridor. En esa época, García Romero era un niño de apenas cinco años, pues nació en 1957.
En ese Colegio  encontró techo el Teatro Experimental Popular (TEXPO) fundado por el escritor Ignacio Nova en 1975, cuando  era un adolescente. En el Cristóbal Colón, extensión Domingo de los Santos, salón de clases 4to de la secundaria, impartió docencia el ex presidente Leonel Fernández,  quien en una foto aparece con pantalón blanco y camisa mangas largas floreada.
Son muchos los que deben agradecer a Rafael García Romero sus enseñanzas, pues ha sido orientador de jóvenes en talleres literarios, mediante charlas, conferencias o simples recomendaciones personales para que aprendan a escribir y utilicen como se debe el idioma español.

García Romero nació en Santo Domingo el 1 de noviembre de 1957, hijo de  Isabel Felipa Romero Piñeyro y Tito Antonio García González.
Isabel Felipa Romero Piñeyro era maestra alfabetizadora; y en la actualidad (2012) dirige y lidera una escuela bíblica para niños. El padre de García Romero  era marino mercante, en su primera etapa, actividad a la que renunció para casarse con doña Isabel. Pasó a trabajar como encargado de caldera, de la planta que funciona a la ribera del Río Ozama. Ahora vive de su pensión de fogonero de la antigua Corporación Dominicana de Electricidad (CDE), hoy con el pomposo nombre de Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE)
El matrimonio también procreó a Digna Altagracia, Luis Ángel (fallecido), Antonio de los Santos y Virgilio García Romero.
El escritor Rafael García Romero tiene cinco hijos. En su cédula dice que es soltero. No quiero ahondar en esas intimidades.
Poeta, narrador, ensayista y periodista, Rafael García Romero  cursó su educación primaria y secundaria en Santo Domingo. Estudió periodismo en el Instituto Dominicano de Periodismo (1976-1978), y arquitectura, literatura y sociología en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) institución esta última, donde estuvo afiliado a la sección de literatura del Movimiento Cultural Universitario y al Taller Literario César Vallejo. Entre las múltiples actividades que ha desempeñado figuran: profesor de informática, literatura y español, redactor cultural, corrector de estilo, articulista y subdirector de relaciones públicas de la Secretaría de Estado de Educación y Cultura. Formó parte del equipo fundador del suplemento literario “Coloquio” del periódico El Siglo. También trabajó con el equipo edito-rial del suplemento Isla Abierta del periódico Hoy y en la redacción de la revista [A]hora. En 1985 obtuvo el primer premio en el concurso de cuentos organizado por el ayuntamiento del Distrito Nacional y posteriormente, el primero y el tercer premios en el concurso de cuentos de Casa de Teatro, en 1987 y 1992, respectivamente. Es uno de los más destacados narradores de la Generación de los 80. Textos suyos aparecen en las antologías: “Novísima poesía dominicana”, de Igor Zamora, “De estos días”, “Hábeas Corpus”, “El movimiento interiorista”, de Bruno Rosario Candelier e “Islas en el sol. Antología del cuento cubano y dominicano”.
El Ministerio de Cultura le otorgó el Premio Nacional de Cuento José Ramón López por su libro “A puro dolor y otros cuentos”; y en 2007 su cuento “Un hombre, Claudia y los recuerdos felices” figura en la antología de cuentistas latinoamericanos “Contar es un placer”, de Emmanuel Tornés.

Hace poco leí en el libro “Ejercicio de crítica y apreciación literaria”, de Manuel Matos Moquete un comentario donde el crítico califica a Rafael García Romero  de “narrador avezado” y agrega en ese comentario que hace de su novela “Ruinas”, que se trata de un escritor que conoce las posibilidades del oficio y sabe jugar con los matices de los acontecimientos y los personajes.
Yo, con lo poco que he leído de su literatura, entre ellos los libros “La sórdida telaraña de la mansedumbre”, “Memorias de Ricardo Valdivia” y su más reciente libro de relatos “Infortunios y días felices de la familia Imperios Duarte recordados con pusilánime ternura”, concuerdo con el comentario de Matos Moquete; y para mí es un orgullo ser colega y amigo de Rafael García Romero.


Biografía de Rafael García Romero

Rafael García Romero (Santo Domingo, República Dominicana, 1957). Premio Nacional de Cuento. Escritor de una audaz singularidad narrativa. Ha cultivado el relato de manera muy prolífica de acuerdo a su bibliografía y la selección de muchos de sus textos en una diversidad de compendios y antologías. Tiene publicados los libros de cuentos Fisión (1983). El agonista (1986) y Bajo el acoso (1987). Pero su consolidación como narrador se produce con Los ídolos de Amorgos (1993), Historias de cada día (1995) y La sórdida telaraña de la mansedumbre (1997), traducido al italiano en el 2001 por la Editorial Perosini. Con su obra A puro dolor (2001), ganó el Premio Nacional de Cuentos. Publicó en 2005 la novela Ruinas (obra que ya tiene dieciséis ediciones), basada en hechos reales sobre los aportes y las vicisitudes de la educadora y poetisa Salomé Ureña, y que se enfoca en sus días de gloria hasta finalizar con su muerte. Son El círculo de Malebolge, (2009), Duro amar (2010), Doce rostros (2011), Memorias de Ricardo Valdivia (2011), Infortunios y días felices de la familia Imperios Duarte recordados con pusilánime ternura y Maestro de fonética (2012), sus últimos libros publicados.

Pabellón del Ministerio de Educación en la XVI Feria Internacional del Libro


Discurso de la Inauguración del Pabellón del Ministerio de Educación

Ministra de Educación, licenciada Josefina Pimentel

Se ha convertido en  una estimulante costumbre que nos encontremos, como una gran familia,  en esta hermosa fiesta cultural  para dar apertura  al atractivo pabellón del Ministerio de Educación.
En esta  ocasión nos hallamos en  esta concurrida  XVI Feria Internacional del Libro Santo Domingo 2013, dedicada al hermano país de Ecuador, y que  rinde honor a la gran escritora Hilma Contreras, una reconocida creadora  en cuya sólida  producción narrativa de ayer  encontramos  actualidad, como en  toda obra de valor universal.
Reconocemos que la   apreciada bibliografía  de  la autora de La tierra está bramando  forma parte importante del acervo cultural de nuestra literatura.
En tal sentido,  nuestro país aprecia  que la   producción  narrativa de Hilma Contreras, incluida las novelas creadas con acierto y exquisita  sensibilidad  por  esta notable  mujer  de las letras nacionales han sido fundamentales y han contribuido  al avance de la cultura y de las letras dominicanas.
Por ende,  debemos enorgullecernos de la obra literaria  de  Hilma Contreras y de otros creadores y pensadores de nuestro país, que con su quehacer enriquecen la cultura y fomentan  los valores espirituales del pueblo.

En ese orden, este atractivo  pabellón y el programa de actividades concebido por el  Ministerio de Educación rinden honor al insigne prócer nacional Juan Pablo Duarte, en el marco de la conmemoración del bicentenario de su nacimiento, que ocurrió un 26 de enero de 1813.
Duarte fue un patriota íntegro. Fue un hombre de acción y de  ideas profundas y luminosas,  un  estudioso seducido  que legó a la patria, no sólo su gran obra independentista, sino también su preclara  visión humanista de la sociedad y su grandeza espiritual.
Durante nuestra gestión al frente del Ministerio de Educación no hemos escatimado esfuerzos en impulsar una educación de calidad, la cual debe tomar en cuenta la historia y  la cultura, incluyendo  la  formación en valores patrios, como soportes fundamentales en el complejo proceso de enseñanza.
Sin dudas, esos valores  cobran aún mayor relieve  al contribuir a que se alcance  el propósito de garantizar una educación apegada a los fundamentos éticos,   que aporte al desarrollo de una conciencia crítica y  que estimule el interés de nuestros estudiantes para que en su adolescencia y adultez se conviertan en ciudadanos libres, críticos, solidarios, sólidamente cultos y creativos en su escuela, en su familia y en sus comunidades.

En esta oportunidad, el Ministerio de Educación se une con regocijo  a esta trascendental fiesta de la cultura dominicana y ecuatoriana, ya que a través del programa elaborado aportamos al reconocimiento de la labor patriótica de Juan Pablo Duarte y a   la obra de Hilma Contreras. Además, vamos a compartir experiencias y episodios educativos, bibliográficos, históricos y culturales con Ecuador y los escritores y conferencistas invitados de honor de los países hermanos que nos visitan.
Ecuador, a través de las ciudades y regiones que lo integran, ofrece una mezcla fascinante y diversa de culturas, lenguajes y propuestas artísticas. Se trata de una variedad que en el marco de la XVI Feria Internacional del Libro servirá para unirnos y apostar a un futuro en que tengamos  mayor aprendizaje, colaboración y crecimiento regional.
Disfrutemos intensamente del esplendor de  esta fiesta de la cultura. Aprendamos y gocemos con  los libros. Renovemos el  saber que engrandece nuestras vidas e impulsa nuestros sueños.


                                                                           24 de abril, 2013.
Santo Domingo